¿Manipulados por el cambio?: Capítulo I. Jóvenes

Hace unos meses se presentaba en Extremadura la Asociación de Jóvenes por el Cambio. Tras sus respectivas incursiones públicas en Cáceres y Badajoz con gran despliegue de medios, hicieron un burdo teatro para unificarse, donde a uno le daban ganas de volver a utilizar aquel calificativo que usó F.G. para dos líderes de la oposición a mediados de los 90. Sin embargo, cundió el respeto y el sentido común hasta que la evidencia explotó y salieron a la luz jóvenes y un entramado de ingeniería asociativa que para sí lo quisieran algunos, ahora que tan de moda están testaferros y mirós en cuartos de baño.

Resulta que detrás de la Asociación Jóvenes por el Cambio no sólo se escondían militantes de asociaciones juveniles de derechas (siempre las mismas y Nuevas (o viejas) Generaciones a la cabeza) algo que siempre puede respetarse porque afortunadamente existe el derecho de asociación. Lo imposible de justificar es que detrás de una asociación "apolítica" (y ya sabemos quiénes son y dónde se suelen situar los apolíticos) se atrincheraran los principales dirigentes (o dirigentes florero) de la provincia de Cáceres de la asociación juvenil del sempiterno partido de la oposición. La presidenta local de Cáceres (que debería, creo, escuchar algo más una famosa canción de Los del Río) o el presidente provincial han representado en estos últimos meses a varias asociaciones. A saber: Jovenes Universitarios de Extremadura (JUEX), Jóvenes por el Cambio, Nuevas Generaciones del PP e incluso la agrupación juvenil del sindicato CSI-CSIF. Algo que no es precisamente loable, sino sospechosamente fétido. Huele mal, vamos.