miércoles, 31 de enero de 2007

Corsarios de Levante

El sexto título de la historia de Alatriste ha sido el que más me ha costado leer. Sin embargo, quizás porque lo tengo más reciente, ha sido del que más relaciones y conclusiones he sacado.

La primera, que detrás de Alatriste se esconde el personaje que siempre quiso ser Arturo Pérez Reverte y que nunca se atrevió, pese a la vilurencia de sus comentarios, a sacar. Una España del siglo de oro en sentido figurado.

La segunda, que el cambio de registros no sé si se corresponde con el cambio de persona que está detrás de la escritura del libro. Demasiado árido, como coincidía el otro día al comentar con un amigo que también se lo está leyendo, me ha hecho no meterme en el libro hasta bien llegada a la mitad

La tercera que es una narración con los personajes de siempre, Alatriste, Balboa, Copons, alusiones a Quevedo, Malatesta o los Alquézar a los que se añaden otros dentro de los que el mismo Íñigo Balboa advierte que nos quedemos con Gurriato, un moro converso apátrida, para que siga danzando en las siguientes aventuras.

La cuarta que si bien entra dentro de los histórico fantástico, esta tiene tintes de superviviencia propios de las películas de factura americana, inimaginables y poco creíbles, quizás porque el libro habría que terminarlo y no cabía otra salida que la que adopta Pérez Reverte.

Y la quinta, que seguiré leyendo al Capitán pero no a su alter ego, el de carne y hueso.

1 comentario:

Víctor dijo...

Yo estoy terminando el libro y me está gustando mucho, aunque creo que ha bajado un poco el nivel de los "mensajes" que Pérez Reverte suele introducir en sus novelas. En cuanto a lo que dices que el autor intenta reflejar en Alatriste la persona que siempre quiso ser y nunca se atrevió, decía Vázquez Montalbán en "Los mares del sur" que había escrito la novela que nunca se atrevió a vivir: es decir, toda creación literaria tiene detras los anhelos, inquietudes y frustraciones de su autor, y sin ellas, no hay literatura que valga. Sin embargo, creo que Pérez Reverte tiene bastantes "tiros pegados", su vida como corresponsal de guerra le suministró momento dignos de los más intrépidos capítulos del Capitán, se me ocurre uno, como cuando fue el último occidental en salir de la ciudad de Sarajevo, aunque no estoy seguro fuera esa ciudad, minutos antes de ser bombardeada, sólo para poder informar, y así miles. Todo reportero de guerra ha vivido situaciones límites, recordemos a Ricardo Ortega, José Couso, Julio Anguita Parrado... auténticos Alatristes del siglo XXI. Supongo que a muchas personas Reverte les parece un gilipollas, pero a mí personalmente me parece un auténtico crack, por muchas salidas de tono que tenga, cualquier escritor actual daría una pierna por tener su pluma y su nivel intelectual. Hasta el subnormal de Paco Umbral.