Alea Iacta Est

20 de julio de 2007. En Madrid decido prepararme todo lo que pueda las oposiciones. Prácticamente dos meses después, aunque ni mucho menos dos meses reales de estudio, me examino mañana. Desde el realismo pero con cierto optimismo. No me ha dado tiempo a estudiarme todo. Manejo entre 40-50 temas, prácticamente puede decirse que la mitad, estrategia respetable y arriesgada a partes iguales por aquello del sistema de las bolas. Hace unos años también me examiné. Aquella vez fue tipo test. Ni de lejos estudié como ahora. Han sido muchos papeles escritos, algunos pilots 0,7 rojos gastados, otros tantos eddings 1200 rojos y azules -números 2 y 3-, folios... Llevo escuchándome cuando ando, cuando duermo, cuando friego los platos todos los temas, esquemas y nombres que me he grabado.

Hay preferencias, evidentemente, como el tema 46 (el de la ley de Convivencia y Ocio de Extremadura), o el el tema de los roles de grupo, o el del juego, o el de la planificación. Tampoco se me daría mal con los de psicología evolutiva, o incluso con los del aprendizaje. El Decreto 139/2002, el de la acogida en Centros de Menores, es también asequible y la evolución histórica del sistema de protección de menores tampoco está mal. Del común, mejor ni mirar hacia allá, aunque lo del Reglamento de la Asamblea o la Estructura Orgánica de la Junta de Extremadura, de salir, pueden ser tablas de salvación.

Ya os contaré. La experiencia ha sido satisfactoria. Me lo he pasado bien aplicando temas al día a día (como la condena reciente de dos padres a causa del absentismo en Santander), viendo flagrantes incumplimientos del día a día de la publicidad de bebidas alcohólicas en la Ley 4/1997, acordándome del Capitán Alatriste en el Siglo de Oro por el abandono que se produjo en aquel de la protección de la infancia y algunos otros ejemplos cotidianos.