Astarloa, el tira libros. Constitucionalista de día, hipócrita de noche

Escena I
10 de febrero de 1993
Despacho del Secretario General del Congreso de los Diputados


Llaman a la puerta. El secretario general, presuroso, baja los pies rápidamente de la mesa. No le da tiempo. Ramón Tamames ha entrado ya.

- Estoooo, es que nos ha dicho Jose Mari que vayamos ensayando lo de poner los pies en la mesa. Se lo ha dicho un amigo suyo americano, un tal Busy. ¿Qué te trae por aquí, amigo Ramón?

- Pues nada, Nachete, que he escrito un libro y quería regalártelo

- Pero me lo tienes que dedicar. Porfa, porfa, porfa...

- Vale, no te pongas meloso. Déjame un boli, anda.

- Toma, este boli rojo mismo. Es que yo escribo en rojo en la intimidad, pero no lo comentes

Entreacto



La imagen corresponde al libro "Introducción a la Constitución Española"

Explicación, moraleja y reflexión

Evidentemente, la escena podría haber sido esa o parecida. Lo cierto es que sucedió. Y ese libro dedicado sobre la constitución ya no está en poder de Astarloa. Ese libro ha estado en una librería esperando a ser comprado, de lo que se deduce que a Ignacio Astarloa, profesor de derecho de la Carlos III, ex alto cargo del gobierno Aznar y exsecretario general del Congreso de los Diputados, la Constitución le importa un pimiento. Él se desprendió del libro, igual que desde la aprobación de la Constitución se desprendió de su existencia. Porque a personas que se desprenden de un libro así, aparte de la cariñosa dedicatoria con pajarito incluido (¿qué pensará Tamames?), siendo como son políticos activos y profesores de derecho, no parece que la democracia les importe mucho.

Por eso es profundamente incoherente que ahora pretenda dar lecciones sobre una hipotética reforma constitucional