Buscando título como quien busca la canasta

Un base que marca la jugada y que ve que nadie se le ofrece. Esa es la situación que me planteo para este post. Después de asistir a la rueda de prensa de Piti, no sé cómo orientar el post de obligada escritura que toca escribir. No sé si centrarlo exclusivamente en la labor de Piti desde mayo de 2007. Puede también que opte por enjuiciar lo que llevamos de temporada. La afición la descarto, pues fue parte central de mi último post sobre baloncesto. Quizás elija el papel de la directiva o de los jugadores en el desenlace de esta crisis. No desecho tampoco plantear preguntas al aire, sin esperar respuesta, que yo hubiera hecho en la rueda de prensa. Podría coger el título del último libro de Javier Cercas y diseccionar el último instante de la rueda de prensa y de los dos oradores. También me atrae escribir sobre las lealtades, los seguidismos y los límites de estos en el proyecto del baloncesto. O por qué no, aunque esto ya está relacionado con algo comentado anteriormente, sobre los paralelismos entre las decisiones políticas apresuradas y la rueda de prensa de esta tarde. Sin duda que de fondo planean también los interrogantes entre el proyecto que queda ahora, con Aranzana previsiblemente en el banquillo y cuál es el nexo de unión con lo deportivo y con el empeño de la capitalidad que tenemos entre manos. Y finalmente, algo que subyace: nuestra ciudad y su habilidad para guillotinar a aquel que quiere ser profeta en su tierra. De algo de eso hablaré y escribiré en estos días. Tengo material para rato. Tanto que lamento profundamente, con todo lo que tengo que hacer, que se haya producido esta situación. Lo que ha provocado un fin de semana que empezó con un viernes 13. Lo que ha desencadenado tal cúmulo de despropósitos. La que se ha liado en esta nuestra ciudad a veces indefinible