Cuerpo a cuerpo
Ya he comentado en alguna ocasión que con los escritores que me dejan algo de ellos (o al menos yo lo percibo) suelo responder/corresponder siendo un fiel lector. Javier Cercas, Pérez Reverte -en su faceta de no articulista-, Matilde Asensi -hasta que ha venido a reconocer que escribía por hacer bestsellers-, Murakami, Conan Doyle -obligada lectura de adolescencia-, Mario Puzo o Ruiz Zafón son ejemplos, y Eugenio Fuentes también es de éstos. Me invitaron a la presentación del último libro -no pude acudir- de un autor al que descubrí en Venas de Nieve (Premio Extremadura a la Creación, por cierto) y que he seguido después a través de su Ricardo Cupido.
Es cacereño, de Montehermoso, y por ello he visto algunos paralelismos significativos en el libro que me han recordado a mi ciudad: un colegio religioso que se traslada de su tradicional ubicación, un cuartel que se cierra, el barrio de Marina tan recurrente con el R66... Leo también en los agradecimientos el nombre de un escritor querido, como Basilio Sánchez (Premio Extremadura a la Creación este año, por cierto) y todo ello me hace meterme en una lectura un tanto familiar. A falta, por tanto, de escritores que hablen y ambienten sus novelas en sus ciudades, como en bastantes ocasiones ha comentado Paco Muñoz, a lo Marsé o a lo Álvaro Valverde, Gonzalo Hidalgo Bayal o Justo Vila, tengo que conformarme con ese ejercicio de comparativa, no sé si acertada, que me lleva a buscar paralelismos con Cáceres.
Si tuviera que darle un calificativo, serían varios los que cabrían: intrigante -por la impronta de Cupido- diferenciadora -por el marchamo de Eugenio Fuentes a sus novelas- humana por la cercanía que transmiten los personajes (Gabriela, Marina, Camilo Olmedo, Manuel, Samuel, Jaime...) Pero si tuviera que buscar un elemento peculiar o esencial para entender el libro o para definirlo, me iría a la actualidad.
Actualidad en un lenguaje que no queda indiferente porque te identificas. Actualidad por el leitmotiv del ejército y de la situación actual del mismo. Actualidad por las alusiones a los MP3s, a los partidos de la Liga de Campeones, a las características de Windows, a los correos electrónicos o a la guerra de Irak.
La ambientación es la de una ciudad costera de Valencia. La próxima, ánimo, por qué no, en Cáceres.
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