Sí se puede: Crónica de Vistalegre

Coreando esto terminaba Miguel Sebastián ayer su intervención, ante una Plaza de Vistalegre que rebosaba entusiasmo y se volcó ante quien tiene la complicada papeleta de darle la vuelta a una ciudad resignada en manos de Alberto Ruiz Talador. Me sorprendió mucho el talento y la analítica del candidato de Madrid. Me gustó su manera de ser. Mucha suerte y mucho ánimo.

El mayor abucheo fue para Esperanzita, tanto por su manipula Telemadrid como por sus apariciones estelares que vi después con casco de obra (por cierto, que el eslogan "trabajo,...." me recuerda al de mi ciudad)

Los mayores aplausos fueron para Felipe González, para la Vicepresidenta y para Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Para el primero por justicia, pues estábamos en un acto de gestión de un gobierno nacional y muchos de los logros de Felipe siguen siendo grandes logros todavía; para la segunda por su trabajo encomiable y por ese carisma tan diferente que ha conseguido imprimir; y para el tercero por la generosidad al haber sido presidente de mi comunidad, la extremeña, durante 24 años. Fue un orgullo el reconocimiento de Zapatero, el aplauso unánime y ver a tantos miles de personas levantados, tantos extremeños de nacencia que tuvieron que emigrar (ayer nos encontramos a muchos que nos animaban a seguir con nuestra ilusión)

Allí anduvimos nosotros, esa marea roja. 30 personas locas, utópicas y orgullosas de ser extremeñas. Con nuestra camiseta como zamarra y con nuestro himno por bandera. Una marea que rompe provincianismos que son caducos, que huye de esos posibilismos tan pragmáticos de un partido político y que se dedica a trabajar, a trabajar y a trabajar.