Kafka en la orilla

Retomé la lectura tras la oposición con uno de los pocos libros de Murakami que me quedan por leer. Tras el descubrimiento de Tokio Blues y el excelente sabor de boca de La Caza del Carnero Salvaje, me metí en un libro de guión irreal y temática inclasificable. Pese a ello, la estructura y la narrativa te permiten imbuirte en una historia curiosa, que engancha pero que deja un sabor agridulce. Existen momentos donde el libro te produce indiferencia, donde incluso parece que el esfuerzo de haber leído más de 400 páginas se torna casi una heroicidad. Creo que el modo de llegar al desenlace es insulso y le falta ambición, o quizás faltan páginas. El final es demasiado precipitado, como si el autor, tal y como le sucediera a Ken Follet en Los Pilares de la Tierra, quiera terminar de pronto una historia que ha descrito antes con todo lujo de detalles. No lo recomiendo como un libro de cabecera, pero sí dentro de la biobibliografía de Murakami, como un libro interesante para evadirte en una historia difícilmente creíble dentro de una cultura tan sugerente como la japonesa.