Deporte en Cáceres e intervencionismo municipal

Hay una noticia hoy que me llama poderosamente la atención. El Cacereño se vende. Por fin, pienso. Debe ser esta vez en serio y además debe acogotar bastante la venta porque también se conmina a la decisión municipal. Algo que ahora se hace antes, con el anterior equipo de gobierno no sucedía. Cada vez más se opta por utilizar los medios de comunicación y ultimatum varios para ejercer presión. Creo que las instituciones públicas están para acompañar proyectos, pero no para liderarlos. Las instituciones públicas están para certificar, ratificar y apoyar proyectos deportivos de nivel pero cuando exista previamente un compromiso privado. De lo contrario, introduciremos, si es que no se ha introducido ya, una dinámica complicada y peligrosa: la de pensar que en Cáceres el Ayuntamiento debe comprar el Cacereño, pagar las deudas del fútbol sala y ascender a cuantos clubes se pongan por delante a categorías superiores.

Conozco el ejemplo del baloncesto de primera mano. Sé que en esta ocasión lo empresarial va bastante por delante de lo público, y que lo público es consciente de que hay que acompañar. Existe lealtad, pero no seguidismo, y menos aún intervencionismo.