Soy la niña de Rajoy

Soy la niña de Rajoy. Hace unos días mi padre perdió las elecciones. Tanto hablar de mí… y mira lo que le ha pasado. Me ha dejado en mal lugar igual que dejó a su primo con lo del cambio climático.. Porque la verdad, tengo que confesarlo, mi padre no se ha preocupado de mí en todos estos años. Solo hablaba de ETA, de que había que tener cabeza, corazón y mano dura, aunque lo último al final lo eliminaron para que no se le viera mucho el plumero. Mi padre no se fiaba de mis consejos, porque no se fía de los jóvenes ni él ni nadie de su partido. Para que conozcáis un poco más a mi padre os diré que en el lugar donde se hizo el segundo debate, cuando él era ministro, anunció que iba a prohibir en toda España el consumo de alcohol por parte de los jóvenes lo hicieran en el sitio público que lo hicieran.

Mi padre y sus amigos se han equivocado. Eduardo y Angel, el anterior presidente, el del vino, y otros como Federico y aquel que tanto se parece a Paco Clavel. Todos se han equivocado. A mí no me gusta cómo hablaban y lo que decían.

Por eso he estado callada hasta conocer el resultado de las elecciones y he decidido emanciparme de mi padre. He solicitado la renta básica de emancipación y he venido a vivir a Cáceres. Estaré observándoos todos estos años. Me sienta bien Cáceres porque será Capital Europea de la Cultura. Me sienta bien Cáceres porque tiene a una mujer alcaldesa. Me sienta bien Cáceres y Extremadura porque he leído en periódicos de días pasados algunos proyectos que se van a hacer y me parecen muy necesarios. Lo del aeropuerto, las autovías, el AVE… todo eso es genial. Y además así conocí a vuestro presidente. Parece un tío muy familiar y bonachón. Me sienta bien estar aquí. También podré venir por fin al WOMAD, porque antes mi padre no me dejaba venir.

Por todo eso me sienta bien Cáceres, y porque además me dicen que poco a poco quiere volver a ser esta ciudad que fue antes de que se durmiera. Donde amigos de mi padre no se fiaban de los jóvenes ni de mucha gente que no pensaba como ellos. Pero me he enterado que hay muchas deudas y que un tal Borjamari, porque así le llama un señor con barba y que de vez en cuando se enfada, pero no mucho, con la alcaldesa socialista, es uno de los responsables de eso. Pero a mí me recuerda mucho a Ángel, uno de aquellos amigos de mi padre. Todo el día mintiendo.

Por eso me he emancipado de mi padre. Soy adoptada, inmigrante, lesbiana y tengo 14 años. Y no quiero que haya niñas como yo que sufran, personas de mi país a las que se le pida firmar contratos de costumbres, personas a las que haya que decir cómo tienen que quererse o gente de mi edad que terminen con sus huesos en la cárcel.

A mí Zapatero me ha caído bien.