Votar a Europa el 7 de junio
Creo que es fundamental que nos vayamos concienciando de que tenemos que votar en próximo 7 de junio. No creo que sea positivo que ni que nadie fomente la abstención ni que colectivamente se genere el estado de ánimo de que sin ejercer el derecho al voto se da un toque de atención a la clase política. No voy a defender ni a decantarme en este post por ninguna opción política determinada. Primero porque ya estoy suficientemente decantado. Segundo porque ya habrá tiempo de hacerlo una vez que se vaya acercando la campaña o que estemos de lleno solicitando el voto. Cada uno tendrá sus razones para acudir a votar y más allá de eso por decidir cuál es su opción política. Pero lo importante es votar por Europa. Porque creo que es el camino para garantizar la democracia local empezando por votar en las elecciones que aparentemente puedan ser más lejanas. Es compatible actuar en lo local, e incluso pensar en lo local, y necesitar lo global, en este caso Europa. Me atrevería a decir que es necesario y que llegará un momento en que sea imprescindible, ahora es esencial -pero de lo esencial a lo imprescindible solo hay un paso- no sustraerse a Europa a la hora de saber cómo actuar en nuestro día a día.
No me referiré a aspectos que son recurrentes y que muchos pueden hablar con más criterio que yo, caso de los fondos estructurales o la agricultura. Pero sí quiero hacer algunas reflexiones, que deberían ser un intercambio didáctico, un toma y daca, en este tiempo que dista hasta las elecciones.
La primera de ellos es el euro. Debemos interiorizar que la entrada de siglo nos trajo una moneda única para aquellos países de Europa que así quisimos... y pudimos. En tiempo de crisis cada uno deberá plantearse, y a otros habrá que pedirle que lo expliquen si así se estimara, qué beneficios, qué extras nos reporta estar en la zona euro en un momento tan delicado para la economía como este. He leído en algunos sitios que se estaba llegando a preguntar sobre la peseta. A modo de revival. Con un cierto tufo a nacionalismo, añado. Aunque cuando se trata de hablar y de pensar en el bolsillo de cada uno, y en ocasiones perdemos el norte, no podemos negar que no hay nada más favorable, si es que hay algo, que esta crisis haya surgido en una economía global donde nuestras preocupaciones como ciudadanos españoles tienen bastantes puntos en común, empezando por la moneda, con millones de europeos. Y entiendo que para los responsables políticos y económicos ayudará un punto común que se cimenta en la moneda.
La segunda tiene que ver con lo local y la cultura, no ya cacereña sino española. Entre la votación del 7 de junio de 2009 y la selección final de las ciudad europeas -polaca y española- de la Cultura, algo que sucederá en 2012, solo mediarán estos comicios europeos. Es frecuente que tras conocer decisiones en las que no estamos de acuerdo, y la designación final de la Capitalidad Cultural, puede dejar disconformes a muchos, sea cual sea el resultado, nos lamentemos y reprochemos. Las directivas en este asunto se votan y se debaten en el Parlamento Europeo y en la Comisión Europea. No tendremos fuerza moral para exigir apoyos en relación con este asunto si previamente no hemos fortalecido nuestras instituciones europeas con los votos.
Hay más motivos. Algunos los iré desgranando en estas semanas que restan hasta el 7 de junio. Incorporo a este post tres vídeos: los de los tres diputados jóvenes de la Asamblea de Extremadura: Jorge Amado, Isa Gil y Juan Parejo. Ellos, juntos con los sesenta y dos diputados restantes, participaron la pasada semana en el inicio de un programa que estamos realizando desde la Asamblea de Extremadua para el fomento del voto y que puede verse en internet
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