martes, 18 de marzo de 2008

La elegancia del erizo


Es de esos libros que jamás te compras a no ser que lo veas en la revista del Círculo de Lectores. La crítica que vi me resultó muy apropiada y no me he confundido. Ha sido un descubrimiento muy interesante. Tanto que lo recomiendo encarecidamente. Es un soplo de aire fresco entre tanto best seller facilón, entre tanta literatura de intriga y de misterio a cada cual más complicada y enrevesada. Tiene también sus puntos extraños, o más bien, unos capítulos prescindibles, muy en línea filosófica, pues filósofa es la autora, Muriel Barbery.

La trama es bien sencilla. Sería algo así como la 13 Rue del Percebe sofisticada y ricachona y en Francia. Sin embargo, es un libro de roles contrapuestos. Una portera sesuda, inteligente y culta. Una niña al borde del suicidio que en ocasiones parece hablar por boca de la autora. Dos protagonistas muy logradas, dos perfiles muy conseguidos. La cultura francesa, japonesa y en menor medida la rusa se entremezclan. Es un libro también muy político, pues los personajes tienen ideología, y votan y se manifiestan de izquierdas o de derechas (¿sería posible un libro en España así sin que unos u otros lo dejáramos de leer a cuenta de nuestro subjetivo sectarismo?)

Echo en falta varias cosas...no todo iba a ser perfecto: lo que dije anteriormente, lo primero; esto es, una excesiva carga filosófica. También que determinados personajes no están desarrollados suficientemente. Por último, puestos a ser exquisitos... la traducción es mejorable.

Termino con un buen sabor de boca, la de la fina ironía que destila a raudales (¿es una contradicción esta expresión fina vs a raudales?). La sonrisa permanece en muchos pasajes. El final del libro es claramente imprevisible y todo ello se agradece

nota: la elegancia del erizo la define Paloma, la niña, en una de sus ideas profundas. "Por fuera está cubierta de púas, una verdadera fortaleza, pero intuyo que, por dentro, tiene el mismo refinamiento sencillo de los erizos, que son animalillos falsamente indolentes, tremendamente solitarios y terriblemente elegantes"

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