Injusticia deportiva, curiosidades políticas y coincidencia literaria

He estado muchos meses queriendo escribir del Valencia. De la situación horrorosa tanto deportiva como de gestión del club que ha vivido esta temporada. De la actitud de sus dirigentes tomando el club como si fuera un cortijo. Del cambio de entrenador, de pasar de Quique, una persona de la casa, leal y amante de su club, a Koeman, un holandes que recuerda más a Van Gaal que a Cruyff, Rijkaard o Van Basten. También podría meterse dentro el horrible balance de victorias. Todo sin entrar en la vergonzante situación de unos jugadores de élite como Cañizares o Albelda. El Valencia no se merece haber ganado la Copa del Rey, sobre todo porque cerrará en falso una de las peores situaciones de su historia y porque se olvidarán problemas y se dimensionarán de una manera diferente.

Enfrente, el Getafe. La historia de siempre de los modestos. De los clubes hechos a sí mismo que no tienen grandes plantillas, pero que viven de los cedidos y de fichajes de saldo. Venía de un gran golpe y se ha llevado el segundo chasco en pocos días. Ayer, hasta el Valencia, debería haber ido con el Getafe.

Como curiosidades políticas, algunas que rozan la sonrisa. Ganó Valencia. Gano Camps. Perdió Madrid. Perdió Esperanza Aguirre. ¿Se cobrará la revancha la lideresa en junio o es un anticipo de lo que sucederá en el congreso? Ganó Valencia, ganó Rita Barberá, que fue la presidenta de la FEMP en el gobierno del PP. Perdió Getafe, perdió Pedro Crespo, el actual presidente de la FEMP en el gobierno del PSOE.

Y para finalizar, la coincidencia literaria. El alcalde de Getafe y el alcalde de Zalamea, el de Calderón, también se llama Pedro Crespo