martes, 22 de abril de 2008

59 Segundos en horario de máxima audiencia


Me gustaría poder perder el tiempo en enumerar todos aquellos programas que por su calidad, originalidad e interés -general o no- pasan a franjas de horas intempestivas por la poderosa audiencia. Podría también, y tampoco me da la gana hacerlo, hacer un repaso por aquellos programas devorados por el insaciable share, ese señor o señora tan poderoso que día sí y día también juzga, cual inquisición audivisual, nuestros gustos y nuestra apetencias y cambia programas, productoras, presentadores y nuestras simpatías a nuestro antojo. Todo ello, resortes que podrían entenderse en una sociedad de intercambio puro y duro de bienes económicos, tienen un elemento diferenciador al menos aquí en España: la existencia de dos canáles públicos que deberían ser de otra pasta, y nunca mejor dicho.

Por supuesto que no me gustó que ayer, y precisamente ayer, se cambiara la emisión, para loa exclusiva de Esperanza Aguirre y sus adeptos o sus morbosos seguidores, por la situación actual del PP, entre los que me incluyo. No me gusta que suceda esto solo una semana y relegar la semana siguiente el programa a su hora inasumible de siempre. La televisión pública debe hacer apuestas arriesgadas y situar un programa informativo de primer orden como 59 segundos en horario de máxima audiencia (lo que se conoce como prime time) no tiene que estar en el terreno de las casualidades ni en el de las oportunidades de mercado.

Sobre todo porque sucediendo esto existen dos consecuencias. La primera, que dice poco de una televisión pública que funcione según criterios exclusivos de audiencia. La segunda, porque al ser precisamente la causa del PP la indirectamente afectada, se pone en bandeja la crítica del PP a la televisión pública. Tanto una cosa como la otra no nos benefician.

6 comentarios:

alelo dijo...

...La segunda, porque al ser precisamente la causa del PP la indirectamente afectada, se pone en bandeja la crítica del PP a la televisión pública. Tanto una cosa como la otra no nos benefician.

Esto no lo he entendido. ¿A quién no beneficia? Me lo puede explicar, por favor.

Paco Hurtado Muñoz dijo...

pues a los ciudadanos, al mundo mundial, a los televidentes o telespectadores

alelo dijo...

Gracias.

alelo dijo...

Por supuesto que no me gustó que ayer, y precisamente ayer, se cambiara la emisión, para la exclusiva de Esperanza Aguirre y sus adeptos o sus morbosos seguidores, por la situación actual del PP, entre los que me incluyo. No me gusta que suceda esto solo una semana y relegar la semana siguiente el programa a su hora inasumible de siempre. La televisión pública debe hacer apuestas arriesgadas y situar un programa informativo de primer orden como 59 segundos en horario de máxima audiencia (lo que se conoce como prime time) no tiene que estar en el terreno de las casualidades ni en el de las oportunidades de mercado.

Y ¿ayer? ¿qué pasó ayer?

Paco Hurtado Muñoz dijo...

vaya, parece que el anónimo de guardia cree haberme pillado y por eso se ufana tras su identidad

pues ayer pasó exactamente lo mismo. que un programa de sumo interés general que se emite a horas intempestivas pasó de nuevo a emitirse en horario de máxima audiencia para buscar una rentabilidad mediática ante la visita del presidente del gobierno y eso es criticable

así que creo que habría que mantenerlo a esa misma hora siempre vaya quien vaya

alelo dijo...

Ni busco pillarte, ni busco gestos de cara a la galería (esos gestos son de otros foros que murieron). Ayer, cuando vi a Zapatero me acorde de ti y de este hilo, simplemente, porque soy uno de los lectores asiduos de lo que escribes, me guste unas veces o no me guste otras (y creo que lo he demostrado). Y hoy me ha gustado la respuesta que me das: Si era malo lo de Aguirre, yo también supuse que sería igual de malo lo de ayer. Nada más.


También creo que esto sobra: vaya, parece que el anónimo de guardia cree haberme pillado y por eso se ufana tras su identidad

Si no quieres comentarios anónimos no los permitas (blogger te da esa opción). Y si los permites y no son insultos, que no lo eran, ten la sensibilidad cuando menos de no descubrir a los que crees autores de los mismos, sobre todo si conoces (que sé que es así por muy anónimo que sea el comentario) al autor que decide hacerlo de incógnito. Algún motivo tendrá.



Fdo ilegible.