lunes, 19 de enero de 2009

El principio del fin, el fin del principio, o todo seguirá igual

Si una palabra puede definir lo que sucederá a partir de mañana con la toma de posesión del presidente Obama esa es incertidumbre. Porque para todo, partidarios y detractores, esperanzados y desilusionados, necesitados y holgados en sus posibilidades, mañana cambiará el orden mundial, que empezando por Estados Unidos nos afectará a todos. Nos afectará si prevalecen cuestiones similares hasta ahora, porque esperamos que algunas cosas cambien. Puede que todo siga igual, y que los cambios sean mínimos. Puede que las expectativas solo las vean algunos, a fin de cuentas Obama será presidente de un país, y a él se debe por encima de otras lealtades. La responsabilidad es enorme. La paciencia debe ser proporcional a la responsabilidad. La esperanza, tres cuartos de lo mismo. La prudencia se presenta como una cualidad a tener también en cuenta.

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