martes, 19 de junio de 2007

Liga terminada

Hace unos días se abrió en el blog de Guillermo Fernández Vara una curiosa discusión en sus comentarios a cuenta del fútbol. Curioso primero que un presidente electo mantenga su blog en medio de toda esta vorágine; curioso después porque canalice una discusión de fútbol. Pero más que curioso... natural. Para mí es lo que lo define. Dicho esto, que viene a cuenta para aludir a que Guillermo entre otros felicitaban a los mejores, que serían los ganadores (y que a su pesar no está entre ellos) yo tengo que decir que el domingo por la tarde me invadió por unos momentos una sensación de desasosiego.

Por mucho que sienta más afinidad por el Madrid, aunque de fanatismo nada de nada, y que el Barcelona de esta última época me haya hecho ver que entre tanto pelotazo hay lugar para gente como Messi o Ronaldinho, soy cada día más objetivo y ya cada vez le dedico menos tiempo al fútbol. Lejos quedan ya esos años de cromos y de álbumes de Panini, de los "lo tengo, lo tengo, lo tengo... pasa, pasa... espera... te lo cambio" o de que esperáramos que imprimieran esos últimos fichajes que casi nadie alcanzaba nunca. Pero ganó el Madrid. No el que me gustaba a mí, ese de Ramón Mendoza y de Butragueño, ese de las chilenas de Hugo Sánchez o de los cabezazos de Zamorano, el de los centros de Michel y el de los toques a Valderrama, el de las UEFAS con el Borussia y el permanentemente frustrado en las Copas de Europa, el de las cinco ligas... ese equipo que aún no estaba contaminado por ser una empresa y luego una empresa y al fondo el deporte. Ése que peca de arrogancia más que de deportivo en sus más humanas acepciones dentro de un fútbol en el que unos y otros se desquitan a partes iguales.

Pero hablaba líneas atrás del desasosiego. Para empezar porque no creo que el Madrid sea merecedor de una liga que he seguido muy de vez en cuando en El Rondo y que solo vi el último partido con el Mallorca. Posiblemente tampoco sea merecedor el Barsa, que la ha dejado escapar. La puntilla fue lo del presidente del Madrid en plan absolutamente forofo la semana anterior en campo ajeno.

Pero quería referirme al desasosiego. El que sentí durante sesenta minutos de partido -los que el Mallorca fue por delante y tenía el Madrid perdida la liga. Me temía que algo malo pudiera suceder tras llevar una semana festejando algo que se escapaba de una manera tan volátil. Espero equivocarme, pero espero que buena parte de los esfuerzos de los dirigentes del fútbol sea en transilium, calmantes y en desfanatismo para los aficionados. ¿Qué hubiera pasado con las almas del Bernabeu si hubieran perdido la liga?

El fútbol no debe ser más que lo que es por definición: un deporte, con sus vecendores, vencidos o empatadores vocacionales, como el Eibar que siempre le pongo una equis en la quiniela. Con su afición cívica y sin fanatismos. Sin pensar más allá del fútbol. Sin tantos Florentinos que destrocen equipos a cambio de convertirlos en máquinas de hacer dinero, sin corazón y con coraza

1 comentario:

José María JURADO dijo...

Lo importante para la Historia de España estuvo sucediendo en Barcelona, que yo lo vi.

http://lagrantemporada.blogspot.com

Y Lorenzo también.