sábado, 2 de junio de 2007

Pareciéndome a Zapatero


Leí hace tiempo a Zapatero cuando era ZP hablando de que ante nuevas etapas se van cerrando otras (se refería a que el mismo día que tomaba posesión moría su abuela). Añado a eso, no por ser socialista, otra recomendación de Alfonso Guerra: la de la nauralidad permanente ante todo. Con todo ello, se forma un cocktail, una forma de ser, unas eventualidades que pueden surgir y que se repiten en las personas, seamos o no Zapatero y concedamos o no entrevistas.

No quiere esto decir, afortunadamente, que se me haya muerto alguien querido (toquemos madera) o que vaya a tomar posesión de nada en estas fechas de rumorología política. Quiere esto decir que es curioso que en lo personal/profesional/virtual uno siga aplicándose para ser día a día mejor persona, que le den a uno palmadas en la espalda, que procure afianzar más cosas para hacer más felices a los demás, que los defectos se camuflen como se pueda, pero que de vez en cuando surjan chinitas por el camino que impidan que todo sea, como suele decirse, de color de rosa.

Ésa es la capacidad de superación y de mejora permanente, al menos en mi caso. Ése es un puntal de mi decálogo continuo. Ésa es la virtud que nos da mejorar, relacionarnos y comunicarnos. Y siempre, como cuando deja de haber agua en el grifo, no hemos valorado el agua que había antes, sino que lamentamos el agua que deja de haber.

Por eso (y aunque algún lector como Edu me diga que he vuelto a escribir en clave) me he acordado de esta canción de Luis Pastor


Lágrimas de desamor
Lágrimas de desconsuelo
Lágrimas a ras del suelo
Lágrimas de corazón
Lágrimas de cocodrilo
Lágrimas de la razón
Lágrimas de fuego
Lágrimas de sangre
Lágrimas de sueño
Lágrimas de aire
Lágrimas de odio
Lágrimas de pena
Lágrimas de muerte
Lágrimas de arena
Lágrimas de rabia
Lágrimas de alegría
Lágrimas de cada día
Lágrimas de a dos
Lágrimas de impotencia
Lágrimas de dolor
Lágrimas de duelo
Lágrimas de niño
Lágrimas de frío
Lágrimas de cariño
Lágrimas de exilio
Lágrimas de hielo
Lágrimas de olvido
Lágrimas de miedo
Lágrimas de hambre
Lágrimas de miseria
Lágrimas de suplica
Lágrimas de guerra
Lágrimas de angustia
Lágrimas de plañideras
Lágrimas del sí y el no
Lágrimas de la belleza

Puedes olvidar
Con quien has reído
Pero nunca olvidaras con quien has llorado.

1 comentario:

mastropiero dijo...

Ya se que haré de proyecto fin de carrera: Un traductor online para tu blog. jeje

Las chinitas en el zapato molestan, pero se sacuden rápidamente y se puede seguir caminando sin problema.

Las palmadas en cambio es sinónimo de que no estás solo, que tienes en quien apoyarte un momentito para sacudirte la puñetera china del zapato.

Si la vida fuese de color de rosa todo seria más aburrido,no?

Un saludo, una palmada y una colleja por hablar de Luis Pastor sin decir que es de las Villuercas.