Día de Extremadura y Capitalidad Cultural
Se supone que para todo el mundo la celebración del día de la región tiene que ser un acto de unión y de compromiso y más si entre bambalinas desde hace meses existe un leitmotiv, en este caso la reivindicación de Cáceres como Ciudad Europea de la Cultura en 2016 que debe servir para que todos andemos en lo mismo.
Pero claro, entre que a unos se les ha descolocado y no han sabido reaccionar y otros han reaccionado con un exceso de verborrea digno de la mejor época del gilismo, resulta complicado entender cómo podemos representar una unión regional que debe ser nuestra mejor arma.
Porque reivindicar este año Cáceres 2016 debería contar con el consenso de todos. Primero del partido de la oposición que es quien gobierna en la ciudad más interesada en todo esto y quien hace pocos meses insistía en que la Junta de Extremadura debería implicarse. ¿Dónde está ahora aquel político gris que decía no querer migajas para Cáceres?
Además, otros partidos políticos minoritarios, como I-E H (Izquierda y Extremadura "hundida", no se vaya a pensar que es una fórmula matemática) siempre pedían que los actos del día de la comunidad fueran reivindicativos. ¿Qué mayor reivindicación que la de que Cáceres sea el centro de las celebraciones del Dia de Extremadura justo el año en el que además se cumple el veinte aniversario de su declaración como Patrimonio de la Humanidad?
Pero en esto llegó la ambigüedad y se cogió a algunos con el paso cambiado. Una vez más, el Alcalde de Cáceres ha resultado ser quien, aparentemente, mayores réditos y beneficios sacará de esto. La ciudad de Cáceres, sin embargo, sabe de dónde vienen las propuestas y quién demuestra seriedad en sus compromisos. Todavía habrá que ver si su euforia, lógica por otra parte, y esta nueva genuflexión ibarrista, a lo que acostumbra, no es el aldabonazo que en su partido buscan para que no vuelva a presentarse.
Y entre la ambigüedad, los localismos: por exceso, el de Pedro Acedo, que es un impresentable que ahora se arranca con un concierto de Rosa con motivo del Día de Extremadura (inciso: compañeros de Mérida, recordad que el patrón de jóvenes del PP era el de operación triunfo); por otro lado, por defecto: el silencio, que en este caso es más duro que las palabras, de Carlos Floriano (sus compañeros estarán escuchando en su honor la canción de Manu Chao de "El Desaparecido") que simplemente debería hablar por su condición de cacereño. Resulta también escandaloso el silencio de Juan el Golosinas, el líder de las Nuevas Generaciones del PP que creo que ha hablado de absolutamente todos los asuntos, rueda de prensa diaria mediante, pero que en esto, sorprendentemente, calla.
Otros, sin embargo, han asumido apostar, sin dudas y en conjunto, por Cáceres, de manera positva y ensalzando virtudes. Si algo nos diferencia de otras ciudades candidatas, como Córdoba, es que su comunidad no puede ejercer una apuesta clara por ella, al haber otros lugares en liza, como Málaga. Y aquí, pese a poder hacerlo, hay empeño por poner zancadillas y caer en el ridículo: ya pasó con la televisión autonómica, luego el asunto no es nuevo.
Espero que cada uno termine en su sitio dentro de un año, en el momento en el que haya que pasar factura a la indolencia frente a la coherencia.
1 comentario:
Mejor que no intervenga Florianin, no te acuerdas de la que lió con los obispos el año pasado a cuenta de la Virgen de Guadalupe?.
Si va a ser verdad que este muchacho va aprendiendo y todo....
Publicar un comentario