jueves, 10 de enero de 2008

A quitarse la careta

El pobre Pío, o el soberbio Pío, ha salido como ha podido del atolladero donde ha sumido Fraga al PP. Ha planteado sin ambages un recorte de derechos sociales. Se ha erigido en portavoz de los roucos que hay diseminados por España, no solo desde los púlpitos sino también desde las ondas (no utilizaré de nuevo la vehemencia de la cárcel con alguno porque luego me piden que lo explique y me da la risa)

El resumen resumido es que a poco tiempo de las elecciones algunos se desenmascaran, olvidando el daño que pueden hacer a su partido o al menos poniendo encima de la mesa las cartas de aquel pensamiento que siempre tuvieron.

1 comentario:

jandro dijo...

Bueno, es lo que tiene la carne fresca como Fraga.