Los siete pecados capitales (y pecadores) del PP

Un día menos para el fin de la trayectoria política de Rajoy. Está cometiendo errores de infantil y demuestra que tiene su partido político y su proyecto colectivo cogido entre alfileres, y que de esa manera es impensable que nadie pueda gobernar un país. Un partido político con la santísima trinidad: Fraga, Aznar y Rajoy no irá muy lejos. Creo que con la pantomima, el circo, el bochorno, la parafernalia o la coña de las listas (que cada cual escoja este u otros sustantivos) se evidencia una crisis patente, una suma tras otra de despropósitos.

Lujuria: la de la doble moral del PP en asuntos sociales. Ahora quieren crear un Ministerio de la Familia; ayer pusieron el grito en el cielo con la Ley del Divorcio de UCD. Hoy Álvarez Cascos es un campeón de los divorcios.

Gula: el picar de todo y no ansiarse. el hincharse y no repartir solidariamente. comer, comer, comer... en sentido figurado. como el presidente de honor del PP, Manuel Fraga, que pica de la política en todos los regímenes, opina de todo, propone y discrepa con todos... hasta con los suyos

Avaricia: el tener todo y querer más, sintiéndose de esa manera imprescindible. error de cálculo de Ruiz Gallardón. el rey sin corona, el alcalde eventual, el que pudo ser y de momento no será

Ira: la del rencor, la que le falta la "k" de Irak, donde nos metió ilegalmente, la que le mueve para hablar desde su papel institucional de expresidente. Aznar, por supuesto. Ansar para Bush

Envidia: muy mala consejera. excesivamente traicionera. ciega y no da esplendor. la de Esperanza Aguirre, que demuestra el y yo más porque tú quieres

Pereza: la de todo el Partido Popular, por apoltronarse y querer gestionar un partido desde lo nominal, la pereza de la inercia por la estrategia mantenida durante cuatro años, errónea, destructiva y maliciosa

Soberbia: por no saber medir los tiempos y no saber demostrar la autoridad. Rajoy es un nefasto Salomón. No consiste dirigir un partido en quitar el caramelo a todos, sino en saber a quién dárselo en según qué momento

nota: no hablo de elucubraciones aún no ratificadas. tiempo habrá, después o mañana, de valorar las listas autonómicas del PP