Ópticas diferentes

Quizás esta monja representa, simbólicamente esa óptica diferente de la jerarquía de la iglesia hoy día, esas críticas extemporáneas y esas salidas de tono. Los jerarcas de la iglesia están fuera de la realidad porque viven encerrados en unos evangelios que dicen lo que dicen pero que hay que interpretar en su justa medida y según el tiempo del que hablemos. Los jerarcas de la iglesia están fuera de la realidad porque pretenden hacer política desde los púlpitos cuando lo que saben es dar misa. Los jerarcas de la iglesia no deben pretender ser más de los que dicen que son ni saber de todo. Seguramente a un periodista no se le ocurriría dar misa de la misma manera que una monja tampoco debería ponerse detrás de una cámara si no encierra tras de sí una titulación académica suficiente.

Son extemporáneas, además, salidas de tono como la del máximo responsable de la iglesia en Tenerife, cuando dice cuanto menos que provocan los menores de edad (¿aguantaría medio asalto de un careo con la familia de la joven a la que están ahora mismo buscando en Castellón?). Son extemporáneas afirmaciones de Rouco Varela cuando afirma que la legislación española en materia de familia ha sufrido un retroceso en cuanto a los derechos humanos se refiere. Son extemporáneas actitudes de la jerarquía de la iglesia de mantener a un tipo que debería estar en la cárcel como responsable de un programa de informativos para nada ecuménico, justo y misericorde.

Arreglen el objetivo, jerarcas de la iglesia y busquen en un listado a Tarancones, a párrocos como el de la iglesia de San Carlos Borromeo, rescaten el espíritu de Il Poverello de Asís, vuelva la ecuanimidad de personas como don Antonio Montero, no jueguen a la política, ni tampoco al periodismo si no han estudiado para ello. Hay que bajar a la calle, donde muchos sí creen en una verdadera iglesia, donde otros no requieren de luces y de taquígrafos para evangelizar, y donde la libertad, también la religiosa, debe imperar.